Cristina Almodóvar
Cristina Almodóvar
Artista española (Madrid, 1970). En la actualidad desarrolla los proyectos “Disgregación” y “Ciclos”, sutiles obras e instalaciones sobre la base de elementos presentes en la naturaleza (hojas, brotes, raíces,…), con una gran fuerza conceptual y evocadora. Acaba de recibir el Premio Internazionale Giovane Scultura de la Fondazione Francesco Messina
R E C O R R I D O
Mi trabajo parte de la conmoción que la Naturaleza me crea. La selección de aquello que especialmente me impresiona, para representarlo como una poesía visual, como un “haiku” japonés, es el punto de partida de las piezas. De esta forma, mis primeros trabajos se basaban en la contemplación. El uso directo del hierro, a la vez duro y sensible, junto a la precisión en el dibujo y la sucesiva incorporación de materiales: óleo sobre tabla, nylon, malla metálica o metacrilato, son los soportes técnicos en la evolución del trabajo que he ido realizando, que me ha conducido a encontrar un lenguaje plástico propio, muy manual, con el que me siento identificada y que a la vez me identifica, algo que diferencia al artista plástico de aquel que desarrolla su actividad en otras disciplinas creativas. Esta muestra pretende mostrar mi R E C O R R I D O por la Naturaleza, en la que, a lo largo de sucesivas exposiciones, he ido fijando la mirada en el mundo vegetal en sus más diversas manifestaciones, acompañándolo de los elementos que le rodean, el aire, los pájaros, el agua, el movimiento….
C I C L O S
La reflexión sobre el propio trabajo a través de la escritura me ha ido introduciendo en un nuevo ciclo creativo. Se trata de un trabajo mucho más racionalizado, donde se unen la espontaneidad en la observación de la realidad, presente en toda mi obra, con una reflexión mucho más elaborada, y también una vuelta al hierro, porque el propio material encierra en sí mismo el concepto que intento transmitir: la eterna tensión entre lo orgánico y lo inorgánico, entre Naturaleza e intervención humana. Quizá he caído en la cuenta de que mi sensibilidad puede servir para sensibilizar.
En esta nueva etapa, trasciendo conceptualmente esa representación individualizada y detallada que me caracterizaba. Lo que antes era un vegetal concreto ahora representa todo lo orgánico. Aquello que antes llamaba mi atención ha pasado por el filtro del razonamiento para salir y ponerse en contacto con el hombre, con las intervenciones humanas en esa realidad que tanto admiro. Este paso del interés particular al general va muy unido al transcurso de la vida, a las experiencias con lo humano, que me producen un tremendo contraste entre las maravillas naturales que contemplo y las terribles consecuencias de una actividad humana que se aleja tanto del ciclo natural de la vida. Es una etapa mucho más comprometida con lo que me rodea. No sólo quiero expresar una sensibilidad, sino también dar una opinión.
Y es que la Naturaleza se mueve de tal forma que todo está interrelacionado. El hombre debería ser un elemento más dentro del ciclo de la vida, pero su enorme capacidad para intervenir en su entorno altera el devenir natural y surge el desajuste. Ante esta situación, el medio busca restaurar su equilibrio, produciendo cambios que muchas veces afectan a lo creado por el hombre. De aquí brotan multitud de reflexiones, en las que se basan las piezas que componen esta exposición. En ellas, la actividad humana, lo inorgánico, se encuentra inexorablemente unido al ciclo natural, lo orgánico, que busca el medio de manifestar su presencia y recuperar su espacio.